La droga de los pobres

El Paco dejó de ser un simple nombre que la gente relaciona con el perfume para pibes. Hoy se la conoce como la droga de la muerte por sus componentes aniquilantes y por la adicción que genera. ¿Un asesinato social?

Escrito por Diego Abate - Publicado en Cherro

El paco ya no es una droga más. Es un karma que adulteró la vida en las principales villas, desgarra familas enteras  y lo seguirá haciendo mientras no haya intenciones políticas de frenarla.

Compuesto por la pasta base  de cocaína mezclados con solventes, y hasta vidrio de tubos de luz, hacen de esta droga "casera" un verdadero devastador del cuerpo humano. Primerizamente provoca un estado de euforia, pero luego de pasar esa primera etapa, el cuerpo pide fumar un "papelito" tras otro, y luego de su efecto que puede durar entre 10 y 40 segundos, se siente una quemazón y sequedad, lo cual insita a "bajarlo" con alcohol, y de esta manera un adicto puede fumar entre 50 y 60  "pacos" por día.

Se advierte en el primer mes de adicción una perdida de peso normal de entre 15 y 20 kilos, provocando en la mayora de los casos la reacción de las madres de los adictos, al ver que sus hijos están al borde de la muerte. El paco "desgarra", produce enfisema pulmonar, pérdida del habla y destrucción total del cerebro al cabo de consumirlo aproximadamente 7 meses. En la mayoría de los casos empiezan vendiendo hasta lo que no tienen para consumirlo (el precio es de $1 por gramo) y luego es robar para consumir.

En las villas se organizaron "fumaderos" para hospedar a los que quieren fumar todo el día. Por lo general son muy precarios, con un simple techo de chapa cubriendo un suelo de tierra. Hay "tranzas " ofreciendo hospedaje como si estuvieran vendiendo en los pasillos de un tren. Pero estos pasillos nos son sobre ruedas y a la vista de todos, sino que están encubiertos por poderes políticos que nada hacen para parar a la droga de la muerte. Un "fumadero" muy famoso es que funciona como living en la villa Los Eucaliptos, alias "la piojera" en Quilmes (zona liberada para venta de paco) solo es posible entrar si vas con algún conocido que habitúa el lugar para fumar. En esa villa hay 5 o 6 fumaderos manejados por tranzas y familias enteras que viven de la venta del paco. Y unos 800 en todas las villas argentinas.

Pablo, hace dos años que fuma, morocho y de un cuadro visible de desnutrición. Confiesa que va con su primo a esos aguantaderos. Llegan, "pegan" paco y fuman....quedan mudos, no entienden nada y luego de unos minutos todo el cuerpo empieza doler, huesos, músculos, cabeza, y solo quieren fumar mas y mas. Y así días enteros sin dormir y de "gira"....Pablo dice que cuando fuma no tiene ganas ni de ir a comprar una cerveza.

En sí, el paco no provoca sobredosis, pero deteriora de tal manera el cuerpo que siempre el destino final es la muerte.Romina (27) madre de 5 hijos y adicta al paco desde hace 4 años confesó haber visto adictos que cuando tosían largaban pedazos de pulmones.

Una droga barata, obviamente rentable si la cantidad vendida es masiva. Una droga la cual el porcentaje de los que se recuperan es casi nulo. Pero su peligro pasa por iniciar desde más temprano a la gente en el mundo de las drogas.

Una droga en que ningún político podría hacer la vista gorda, porque ya provoco muertes y estragos en las villas miseria y actualmente la droga ya se vende inclusive en zonas de alto nivel de ingresos como Belgrano, Nuñez y Olivos. Una droga 20 veces más adictiva que la cocaína. En las villas se aprendió a convivir con la cocaína y la marihuana. Pero el paco tiene cero tolerancia. Si los que están acostumbrados al narcotráfico no toleran al "paco", no cabe duda que hay que ver para creer. En Estados Unidos se hizo una marcha contra el crack (similar al paco) y en "Ciudad Oculta" ubicada Mataderos algo similar sucedió.

Desde el poder político son pocos los personajes que se animaron a investigar sobre el tema. Elisa Carrió se acercó a varias madres que luchan para liberar a sus hijos de esta droga, pero aún no presentó ningún proyecto que pueda poner alguna clase de límites tanto a la venta como al consumo. ¿Se animará a visitar algún promisorio político los fumaderos para darse cuenta de cerca el estado en que quedan los consumidores del paco? 

Las promesas electorales abarcaron muchos temas, y de la droga solo se debatió por encima y se intentó establecer como tema principal la legalización de la marihuana. Pero del Paco, nada.

Y sin en vez de asfaltar Palermo Hollywood en época de elecciones, ¿por qué no hacen política contra esta droga diabólica?  Aún no es tarde, la esperanza de la sociedad es mucha...pero la voluntad política poca...

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